jueves, 10 de enero de 2008

10 números básicos para emprendedores

Los números cierran”; es la frase que todo emprendedor desearía escuchar de su proyecto de negocios. Sin embargo, no toda idea es económicamente atractiva o incluso viable, luego de hacer unos pocos números sobre el papel. Para ello, no es necesario ser un iniciado en ciencias económicas, ni practicar un sofisticado análisis financiero.

Los siguientes números lo orientarán, sobre si vale la pena continuar en sus esfuerzos.

Capital inicial:Tiempo atrás, mencionábamos distintas fuentes de capital para financiar un emprendimiento. Pero, ¿ha calculado, cuánto dinero precisará realmente, para echarlo a andar? Divídalo en 3 rubros: compra del activo fijo (maquinaria, equipamiento e instalaciones), capital de trabajo (compra de insumos, sueldos y demás gastos para la operativa diaria), y pérdidas operativas. No olvide estas últimas, pues puede llevar meses e incluso años, antes que la nueva empresa comience a producir ganancias.

Costos fijos:Haga una lista de aquellos costos fijos que deberá pagar todos los meses, independientemente de las ventas o unidades que produzca la empresa. Cuídese de estos costos, e intente minimizarlos tanto como pueda. Solo así, tendrá la libertad de maniobra necesaria, al no estar forzado a alcanzar un determinado nivel de ventas, para pagar las cuentas.

Costos variables:Tan importante como la determinación de los costos fijos, es el cálculo de los costos variables unitarios del producto o servicio que ofrezca. Los costos variables son incrementales a cada unidad producida. Establezca su máximo de eficiencia y determine rubro por rubro, los integrantes del costo de un producto terminado.

Precio: Cualquiera sea el método utilizado para fijar el precio, debe realizarse de manera cuidadosa. No sólo deberá cubrir los costos variables, sino también parte de los costos fijos, y proporcionar finalmente, un margen de ganancia. A la vez, debe ser competitivo con los precios del mercado, sobretodo en aquellos productos poco diferenciados. Vigile periódicamente, los precios de la competencia directa, y de los productos sustitutos. Estudie cómo reaccionan los consumidores frente a variaciones en los precios. Manténgase atento a los precios de sus principales insumos, ya que éstos repercutirán directamente sobre los suyos.

Punto de equilibrio: Todo emprendedor debe conocer su punto de equilibrio. Es el nivel de ventas (en unidades, o en dinero) mínimo necesario, para cubrir todos los costos de la empresa (fijos y variables). Para empresas de un solo producto, se calcula dividiendo el total de costos fijos, sobre el margen de contribución (precio – costo variable unitario). El número determinado, podrá compararse con la capacidad de producción y ventas proyectadas, y así estimar la viabilidad o el atractivo del negocio.

Capacidad máxima:Dados los recursos disponibles (personal, tecnología, insumos, tiempo y espacio físico), calcule la cantidad máxima que podrá ofrecer al mercado para su venta. Si bien, no necesariamente venderá todo lo que produce, es conveniente conocer el umbral de ventas en el corto plazo, y establecer si éste resulta atractivo. En caso que este número supere al que le sigue, considere la posibilidad de vender a mercados externos.

Ventas estimadas: “Espere lo mejor, pero prepárese para lo peor”. Determine el tamaño del mercado en el que va a actuar, y la porción del mismo que pueda ocupar en el corto y mediano plazo. Existen varias maneras y fuentes a las que puede recurrir para determinar lo anterior, realizando una pequeña investigación de mercado. Sea conservador, en sus proyecciones de ventas, y si aun así sobrepasan el punto de equilibro, descubrirá el atractivo real del negocio.

Período de recupero: Es el tiempo que tarda la empresa, en recuperar la inversión inicial, con sus flujos de fondo positivos. Este indicador es importante, ya que si el período de repago es muy grande, tal vez desestime la inversión, por el tiempo que llevará recuperarla. Toda industria tiene sus particularidades; intente averiguar el período de recupero esperado, de otras empresas que operan en el mismo sector de actividad que el suyo.

Flujo de caja:¡Cuide la caja! El flujo de caja puede definirse básicamente, como la diferencia entre lo cobrado y lo pagado. El emprendedor, sólo podrá utilizar, aquellos fondos disponibles en determinado momento. Un error muy común, son los desfazajes de caja por créditos por ventas no cobrados; en otras palabras, por tener dinero circulando fuera de caja. Esa falta de liquidez imposibilita el pago de las cuentas en incluso pone en riesgo la continuidad de la producción, con los consiguientes perjuicios que ello generará.

Variables económicas:Una empresa no es una entidad aislada. El emprendedor debe estar alerta del contexto económico donde opera, y debe conocer aquellas variables que influyen en su negocio, pero las cuales no podrá cambiar. Las más importantes son la inflación, el tipo de cambio y las tasas de interés. Podemos agregar una cuarta, relativa a las tasas o alícuotas de los impuestos a pagar. Todas ellas, influirán de forma directa o indirecta, en la marcha del negocio.

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