Por qué emprender???

Seguro que esta pregunta se la han hecho casi todos los emprendedores antes y después de “iniciar” (quizás algunos dándose cabezazos contra la pared), pero es algo que desde luego hay que plantearse antes de la “aventura”. Esto nos llevaría a una pregunta de las clásicas, el emprendedor ¿nace o se hace?, creo que un poco de cada, hay quien “lo lleva en la sangre” pero también dependerá del entorno, de lo que aprenda y de lo que viva.

Hay que valorar bien las ventajas: libertad, independencia, posibilidad de éxito y grandes beneficios, hacer algo que no podrías de otra forma, dedicarte a lo que te apasiona… y los inconvenientes: mucho trabajo, responsabilidad, problemas constantes, inicios complicados, soledad, incomprensión, posibilidad de fracaso…Y otros muchos para cada categoría que podamos encontrar, todos ellos dignos de consideración y cuya ponderación es muy subjetiva y depende de cada uno.

También la situación personal puede influir, no es lo mismo lanzarse con 25 años, posibilidades de encontrar trabajo, pero tampoco uno consolidado y unas ataduras personales mínimas, que con una hipoteca, dos niños y un buen puesto. Aunque quizás esto último pueda servir de incentivo (como cuenta Andrés) para querer cambiar la vida… en cualquier caso es a considerar, pero también puede convertirse en una excusa fácil.

Y en definitiva, ¿es bueno emprender?, sin duda, se aprende, se pueden crear empresas que generen riqueza y trabajo, pero tampoco hay que olvidar que no vamos a salvar el mundo y que hay grandísimos profesionales asalariados (supongo que más, en número, que emprendedores) y que además también tienen mucha influencia y poder para cambiar las cosas; quizás un profesor universitario, funcionario, pueda hacer más para avivar el emprendimiento que un emprendedor. No olvidemos que se puede tener una vida profesional plena como empleado con grandes objetivos y logros, y también llegar a dirigir empresas, seguramente más grandes que las que podamos crear por nosotros mismos. Se trata en definitiva de una opción personal.

El simple hecho de planteárselo ya nos enriquece, parece que tenemos un camino marcado, estudios-empresa-ascensos… o estudios-oposición-administración que es aquello que debemos hacer. No estamos educados (en España) para emprender, el que se lo plantee y decida tomar otra vía hará muy bien, pero al menos hay que tenerlo como opción. Quizás el mostrar casos de éxito, y no necesariamente de millonarios, el conocer a gente que “lo intenta” pueda despertar ese gusanillo en nosotros; al menos ese ambiente se respira en iniciador.

Hay una cosa curiosa viendo cuándo han empezado muchas startup de éxito (vía Carlos Blanco), casi ninguno llega a los 30, esto hace pensar que hace falta más entusiasmo que experiencia y más arrojo que sabiduría… quizás también influya lo de la situación personal. En cualquier caso, ya sabéis, el que quiera a darse prisa!.

Tomado del blog que corresponde a la siguiente dirección:

http://www.iniciador.com/2007/05/24/%C2%BFpor-que-emprender/